martes, 21 de junio de 2011

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA. 20 DE MAYO DE 2011

Amadísimos hijos:

LES AMO. MI VOLUNTAD RECLAMA A CADA UNO DE USTEDES. MI CASA LES RECLAMA.

El tiempo no es tiempo, el instante ya casi no es instante. Apremia a la humanidad un retorno al camino de Mi Amor. Cada uno es indispensable dentro de Mi Iglesia.

VENDRÁN TIEMPOS MEJORES EN DONDE LA PAZ REINARÁ POR SIEMPRE, EN DONDE SE SENTARÁN A MI MESA, Y RECOSTADOS EN MI PECHO, ESCUCHARÁN EL PALPITAR DE MI CORAZÓN.

Mas en este instante, último para esta generación, necesitan, necesitan retomar el camino de la Santidad. La verdad y la justicia no imperan, el desamor ha invadido no sólo el corazón, sino la mente, el pensamiento, el deseo, la iniciativa de los hombres.

Los grandes poderosos, dirigentes de las naciones, aceleradamente enrumban a aquellos que no tienen conciencia del manejo que ellos dan al uso del poder sobre los pueblos. Los entregan en manos del anticristo, les entregan en manos enemigas que se levantan poderosamente, y en un instante próximo, en este último instante, harán estremecer no sólo los cimientos aquí en la Tierra, de Mi Iglesia, sino que harán estremecer al ser humano.

El dolor será tal que el hombre quedará totalmente abatido. El dolor llegará a alcanzar límites que la mente humana aún ni siquiera tiene. El límite del dolor será impuesto por el anticristo. Colmado de maldad, se levanta ante Mi Pueblo totalmente anestesiado por todo lo mundano, por todo lo pecaminoso y por una tecnología vendida para el mal.

Amados hijos despierten.

ES NECESARIO UN DESPERTAR EN ESTE ÚLTIMO INSTANTE.

LOS ACONTECIMIENTOS HAN ALCANZADO A LA HUMANIDAD.

SE CIERNEN YA, POCO A POCO SOBRE TODA LA HUMANIDAD.

Oren, oren por Estados Unidos.

Oren por Brasil y Chile.

Oren por Europa. Conocerá el dolor.

Mi Misericordia no se detiene y el hombre la desprecia.

QUE LOS JUSTOS SE FUSIONEN A MÍ Y SE LEVANTEN CUAL MURALLA FUERTE DE ORACIÓN, DE OBRAS Y ACTOS PUROS HASTA MI CASA.

No les desamparo, tanto así, que existe el lugar en donde los justos reposan eternamente. Tanto así, que existe el lugar de purificación para ascender a Mi Casa. Tanto así, que el hombre se condena a sí mismo con sus obras y actos.

Yo soy Amor, el Alfa y la Omega, que permanece vigilante sobre Mi Creación. ¡Cuánta indiferencia! ¡Cuánta indiferencia de Mis hijos hacia sí mismos! No se aman, y menos aún a sus hermanos. Se miran con tanta indiferencia que Mi Corazón es lacerado continuamente.

Siento sangrar Mi Corazón por la proximidad inminente de un gran acontecimiento doloroso para la humanidad. He vertido Mi Sangre en la Cruz para rescatarles. Como Padre, respeto la libertad del hombre, pero como Padre, llamo y reclamo a los Míos. Como Padre Amoroso, advierto, no para que teman, sino para que recapaciten y vuelvan al camino de la Santidad.

NO SE ALEJEN DE MÍ. EL QUE PERMANECE UNIDO, PERMANECE PROTEGIDO.

Pronto, mas pronto de lo que se imaginan, vendrán Mi Amor y Mi Justicia, y frente a cada uno les preguntarán: ¿Cuánto Amor tienes para dar? Las almas, sin poder sujetarse a sus caprichos humanos, se mirarán tal cual son ante el espejo de Mi Amor, y muchas almas sufrirán enormemente, se desgarrarán en el alma y en el ser; vivirán en carne propia las ofensas cometidas contra Mi Amor y Mi Misericordia.

Más, como Padre Amoroso, estoy frente a cada uno, esperando a que Me llamen. Mi Perdón no se niega a ninguno. Llamo al pecador, le invito a que Me mire, y derramaré Mi total e infinita Misericordia sobre él.

¡VENGAN, VENGAN A MÍ, VENGAN A MÍ, HIJOS!

¡ES URGENTE, ES INMINENTE!, ¡VENGAN!...

VENGAN A MÍ… LES AMO, LES BENDIGO Y LES SELLO CON MI SANGRE PRECIOSÍSIMA.

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