lunes, 3 de mayo de 2010

MENSAJE DE DIOS PADRE

Amadísimos Hijos:


SIETE DÍAS CREANDO CUANTO EXISTE, E IMPREGNANDO EN CADA COSA CREADA EL ALIENTO DE MI AMOR; Y LE ENTREGUÉ AL HOMBRE LA TIERRA, PARA QUE FUERA FELIZ Y LA ADMINISTRARA CON CUANTO POSEE, PARA SU BIENESTAR.


Hoy miro esta posesión de ustedes, destruida, en un estado caótico del cual no son conscientes aún. Han abusado de Mi Amor, han abusado de todo cuanto Mi Amor creó para ustedes, para su bienestar.
Un pueblo que ha caminado a lo largo de la historia, una y otra vez, reiterando su proceder, purificándose y nuevamente sumiéndose en la avaricia y en la soberbia.


El amor de Mis fieles en todo momento de la historia, la fe, la entrega, la dedicación de Mis fieles se ha elevado, ha ascendido, ha traspasado la atmósfera y ha contagiado de amor todo el Cosmos.


Pero así como el amor de Mis fieles ha trascendido y contagiado de amor el Cosmos, así hoy tristemente debo decirles, que el pecado ha trascendido las entrañas de la Tierra, ha llegado al centro de la misma y se revierte hacia el hombre. Pero mirándose ésta saturada y agobiada por el pecado del hombre, hoy la Tierra permite que el pecado trascienda la atmósfera y salga de ella.


EL COSMOS EN ESTE MOMENTO PERMANECE EN UN SILENCIO EXPECTANTE.


Todo cuanto He creado para ustedes, todo el Cosmos en ese silencio expectante, clama a Mí: “Padre Creador Nuestro: límpianos, pues nosotros somos Tu propiedad y cumplimos Tu Voluntad”.


Y ante esta súplica de Mi Creación, permito Yo, sumido en Nostalgia Divina, que la naturaleza por sí misma, haga retornar todo al orden al que Yo le creé por primera vez. Así es que hoy una vez más les anuncio que esta Tierra que alberga a toda la humanidad, se conmocionará, porque este Creador ha escuchado las súplicas de Su Creación.


A ustedes, Mis amados fieles: les ruego mantenerse firmes en la fe, inmovibles y cuales columnas, sean sostén uno del otro. Ustedes Mis fieles, sean esos rayos de luz que trasciendan la atmósfera e iluminen el Cosmos.


Hoy les llamo a sumirse en ese silencio expectante, pero sin temor, sino en una amorosa espera.
Este es el tiempo esperado, este es el tiempo en el cual el tiempo no es tiempo, éste es el momento en el que ya no hay momento.


Este es Mi tiempo, Mi momento y a ustedes les queda esperar con paciencia, con fe, confiados en Mi protección, en Mi auxilio Divino, en Mi Misericordia. Confiados en que Yo proveo, en que Mis Ángeles, cuando sea necesario les darán de comer de su mano.


No se atemoricen porque Mi Pueblo es un Pueblo de héroes que ha vencido, no una, sino miles de batallas. Mi Pueblo es un Pueblo de héroes que vence día a día la batalla contra lo mundano, contra lo pecaminoso. Mi pueblo es valeroso, ha sido un Pueblo guerrero, ha sido un Pueblo confiado, a sabiendas de que cada uno vale por millones.


Ustedes son Mi orgullo, y así desearía que se multiplicaran como la arena del mar, pero para este cumplimiento, debe haber purificación. Prepárense: la tierra se estremecerá, vibrará y causará angustia, pero ustedes manténganse firmes y enciendan la vela, la vela del alma pura, del alma sin pecado, del alma que desea ser cada día mejor.


Hoy he venido a buscarles para traerles Mi bendición, no sólo a ustedes, sino a todo aquel que LEA ESTA PALABRA MÍA DE ESTE DÍA LE PROMETO RESGUARDARLE EN LA PALMA DE MI MANO.
Les bendigo en Mi Nombre, en el Nombre de Mi Hijo y en el de Nuestro Espíritu.


DIOS PADRE

1 comentario:

  1. Un nefasto y caluroso día del mes de julio, del año 2.005 de Nuestro Señor me di cuenta de que no cabía en mí mejora alguna. Desde entonces hago punto de cruz.

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